Si hay un género que se haya resistido desde  siempre a las videoconsolas, ese ha sido el de la estrategia. Numerosas  compañías han realizado tímidos intentos para entrar en un mercado  difícil, donde siempre ha faltado confianza en los proyectos y algo de  empuje para que la idea triunfara. Firaxis y, en concreto, el gurú Sid  Meier, están sin embargo convencidos de que ellos lo van a conseguir. Y  lo van a hacer con su seña de identidad o, mejor dicho, con un  videojuego que ha triunfado entre los amantes de la estrategia por  turnos con más de un millón de copias vendidas.
Hablamos de la saga Civilization,  cuya última entrega destacó por ser una de las más complejas de los  últimos años, además de una de las más adoradas. No obstante, resultaría  impensable llevar el videojuego de aquel año 2005 a las consolas  actuales, así que la solución ha sido crear un título completamente  nuevo, que comparta las bases de la franquicia pero que a la vez  permitiera a todo tipo de públicos acercarse a la obra de culto de Sid Meier.  Su nombre será Civilization Revolution, y realmente su objetivo  consistirá en revolucionar el mundo de los videojuegos rompiendo la  frontera que hasta ahora sólo permitía disfrutar del género de la  estrategia a los usuarios de PC.

Como  en la anterior entrega, los territorios de las distintas civilizaciones  estarán delimitados por una línea que, si es traspasada por nuestras  tropas, podría hacernos entrar entrar en guerra. Para estar preparados  lo mejor será reunir en una misma posición a varias tropas que nos  aseguren una victoria cómoda. Además, y para prever un poco el resultado  de la batalla, se nos informará de las características de ataque y de  defensa de cada una de las unidades.
Civilization se revoluciona 
Después de probarlo con nuestras propias manos, podemos concluir que definitivamente Sid Meier y su equipo de desarrollo han conseguido dar con la clave para ofrecer la cara más amable de Civilization. La estrategia por turnos se mantiene, el planteamiento del juego con su mapeado y sus unidades también, pero hay un importante cambio: los menús. A pesar de que contaremos con todas las opciones posibles, Civilization Revolution ha aprendido a no abrumar al jugador con cientos de opciones. La partida ahora es más dinámica, el jugador tiene más clara su situación y en todo momento se le plantean globos de información emergentes con los botones que debe usar para llevar a cabo cada acción.
En  pocas palabras, se podría decir que el usuario tiene todo disponible  desde el primer momento, aunque escondiendo muchas opciones bajo unos  atractivos menús que se condensarán en la parte inferior izquierda de la  pantalla. Todo con la finalidad de mostrarnos un aspecto tan claro como  conciso, accesible a través de un simple botón de nuestro controlador.  Realmente, el apartado visual y la apariencia del juego en su conjunto  gana con la nueva apuesta que ha realizado Civilization Revolution.  Ahora las unidades son incluso más vistosas (algo más desenfadadas en  cuanto a diseño), al igual que el terreno donde desplegaremos nuestros  colonos en busca de nuevas tierras que seguirán estando ocultas tras la  famosa nube de guerra.Después de probarlo con nuestras propias manos, podemos concluir que definitivamente Sid Meier y su equipo de desarrollo han conseguido dar con la clave para ofrecer la cara más amable de Civilization. La estrategia por turnos se mantiene, el planteamiento del juego con su mapeado y sus unidades también, pero hay un importante cambio: los menús. A pesar de que contaremos con todas las opciones posibles, Civilization Revolution ha aprendido a no abrumar al jugador con cientos de opciones. La partida ahora es más dinámica, el jugador tiene más clara su situación y en todo momento se le plantean globos de información emergentes con los botones que debe usar para llevar a cabo cada acción.
Mismo contenido. Distinta forma. 
La mayor parte de los elementos clásicos se mantienen, como es el caso de la división por territorios y el establecimiento de alianzas. También seguiremos recibiendo de una manera continua los comentarios de nuestros vecinos controlados por la máquina. Ellos nos propondrán tratos, aunque en muchas ocasiones también nos invitarán a rebelarnos contra otro jugador. La partida estará plagada de decisiones y nosotros seremos los últimos responsables a la hora de entrar en guerra con alguna de las más de quince civilizaciones que podremos seleccionar al comienzo de la partida. Como en Civilization IV, todas ellas tendrán a un bastión en forma de Napoleón, Julio César... además de unas determinadas características.
La mayor parte de los elementos clásicos se mantienen, como es el caso de la división por territorios y el establecimiento de alianzas. También seguiremos recibiendo de una manera continua los comentarios de nuestros vecinos controlados por la máquina. Ellos nos propondrán tratos, aunque en muchas ocasiones también nos invitarán a rebelarnos contra otro jugador. La partida estará plagada de decisiones y nosotros seremos los últimos responsables a la hora de entrar en guerra con alguna de las más de quince civilizaciones que podremos seleccionar al comienzo de la partida. Como en Civilization IV, todas ellas tendrán a un bastión en forma de Napoleón, Julio César... además de unas determinadas características.
Por  ejemplo, si escogemos al pueblo romano, nuestros objetivos estarán más  encaminados hacia la conquista del mundo, explorando el terreno y  logrando imponer nuestras costumbres. Esto tendremos que hacerlo  normalmente por la fuerza gracias a los guerreros que entrenemos, los  cuales podrán estar apoyados por catapultas y hasta por invencibles  legionarios. Todo dependerá del progreso de nuestra civilización y de  cómo vayamos tomando decisiones. No será lo mismo destinar nuestros  esfuerzos en crear antes una biblioteca que un cuartel, de la misma  manera que no tendrá el mismo efecto permanecer en la Antigüedad que  intentar dar el salto al régimen feudal.

Simplificación,  esa es la clave del nuevo Civilization Revolution. Los menús tendrán  una apariencia más atractiva, mostrándonos sólo los datos más relevantes  de la partida: número de turnos que nos quedan para conseguir  incrementar la prosperidad de nuestro pueblo, edificios que se están  produciendo, riqueza, bienestar… Construir una unidad, un edificio o una  carretera ahora será más accesible a través de unos pocos botones.
Estrategia para consolas 
Hay que tener en cuenta la diplomacia, la religión, la tecnología, los combates... pero también el construir otras ciudades a lo largo del vasto territorio que explorarán nuestros colonos. A más ciudades, mayor poder de influencia tendremos, siendo posible llegar a construir una gran red comercial que incremente sobremanera el bienestar de nuestra población, aumentando también el desarrollo tanto económico como de producción. Así será más fácil imponernos sobre el resto de pueblos y así será también más sencillo intentar alcanzar el objetivo de este título: convertirnos en los primeros en llegar a la Era Espacial.
Un  objetivo tan ambicioso como llevadero gracias a esta adaptación para  consolas que, por el momento, se muestra verdaderamente prometedora.  Resulta más fácil de manejar, menos abrumadora y muy práctica a la hora  de jugarla con un pad. Por el momento desconocemos la forma que tendrán  las versiones de Wii y Nintendo DS, pero si se aplica el mismo principio  que en Xbox 360 y PlayStation 3 estamos seguros de que los resultados  podrán ser igual de buenos. Ahora sólo cabe esperar y comprobar a  comienzos del próximo año si la estrategia conseguirá definitivamente  meterse en el mundo de las consolas. Con revoluciones como la de  Civilization Revolution, Sid Meier no debería de tenerlo demasiado  difícil.
Hay que tener en cuenta la diplomacia, la religión, la tecnología, los combates... pero también el construir otras ciudades a lo largo del vasto territorio que explorarán nuestros colonos. A más ciudades, mayor poder de influencia tendremos, siendo posible llegar a construir una gran red comercial que incremente sobremanera el bienestar de nuestra población, aumentando también el desarrollo tanto económico como de producción. Así será más fácil imponernos sobre el resto de pueblos y así será también más sencillo intentar alcanzar el objetivo de este título: convertirnos en los primeros en llegar a la Era Espacial.
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