Año 2004: Xbox recibe Fable, uno de los  proyectos más prometedores que alberga la primera consola de Microsoft.  El oficio de sus desarrolladores, Lionhead, y el prisma que su máximo  responsable creativo Peter Molyneux pretendía imprimirle le convirtieron en un objeto de deseo para cualquier aficionado al rol de corte occidental.
El  videojuego cumplió la vertiente comercial y la de la crítica, pero no  todas sus promesas. Quizá el creador británico fijó el listón demasiado  alto, o quizá Xbox era una plataforma demasiado limitada técnicamente  para dar soporte a todo lo que había en su cabeza –a pesar de que en  términos de hardware era la más potente de la pasada generación-, pero  lo cierto es que no satisfizo todas las expectativas pese a ser un  videojuego más que notable.
Año  2008: El momento de la verdad debe llegar para la saga Fable. Llega la  segunda parte con mayor amplitud de medios, pero con idénticas ganas de  hacer algo que signifique un antes y un después en el género. Cuatro  años de desarrollo han sido necesarios para que Molyneux consiga un  juego que se parece mucho más a lo que pretendía que fuera el primero.

Mazas,  espadas, ballestas, trabucos… El arsenal de Fable 2 toma elementos  tradicionales del rol de espada y brujería, y los mezcla con otros de  nuevo cuño como las armas de fuego.
Las Fábulas de Peter 
Fable 2 comienza de forma muy similar a la primera entrega, lo cual no es en absoluto negativo. Volveremos a encarnar a un héroe desde los primeros años de su vida hasta su vejez, con un prólogo enmarcado precisamente en los años más tempranos de su existencia.
Fable 2 comienza de forma muy similar a la primera entrega, lo cual no es en absoluto negativo. Volveremos a encarnar a un héroe desde los primeros años de su vida hasta su vejez, con un prólogo enmarcado precisamente en los años más tempranos de su existencia.
Gorrión,  como nos apodarán sea cual sea el sexo que escojamos –primera novedad  de la secuela-, protagoniza los primeros minutos de juego con un hábil  tutorial que nos introduce de forma inmejorable al estilo encantador,  simpático y agradable que desprende el videojuego en todo momento. La  Ciudad Vieja y el Castillo Fairfax bajo la nieve son difíciles de  superar como marco para un cuento de hadas de la talla del que nos ocupa.
No  desvelaremos muchos detalles del argumento, pues parte del encanto del  juego reside en descubrirlo por nosotros mismos, pero si que  destacaremos que en esta ocasión funciona mucho mejor como motor para la  narrativa que en el anterior título. El punto trágico del comienzo, y  la aparición de una figura malvada desde el comienzo, ayudan mucho a  fijar los patrones clásicos que todo buen cuento necesita.

El  videojuego es un rol de carácter eminentemente lineal, lo cual puede  que desagrade a algunos usuarios. Pese a ello es ciertamente mucho más  libre que la primera entrega.
Desde la pobreza más absoluta conoceremos al perro, nuestro inseparable amigo durante la aventura, y conoceremos también a nuestra hermana Rose, nuestra necesaria voz en el este preludio. Theresa  será, sin embargo, el personaje con el que más trato tendremos, y es  que se convertirá en nuestra improvisada mentora. Nos guiará en los  momentos en los que la historia deba progresar, y será un misterioso  personaje que nos influirá durante buena parte de la campaña poniéndose  en contacto con nosotros a través del sello mágico que nos entregará.
Albion y sus Ciudadanos 
La exploración es uno de los aspectos que más han progresado. Justas quejas plagaron la primera parte, pues los escenarios estaban excesivamente encorsetados por cercas de madera que delimitaban unos caminos muy estrechos de los que era imposible salirse.
La exploración es uno de los aspectos que más han progresado. Justas quejas plagaron la primera parte, pues los escenarios estaban excesivamente encorsetados por cercas de madera que delimitaban unos caminos muy estrechos de los que era imposible salirse.
En Fable 2  si encontramos una cerca, que las hay de nuevo y en abundancia, al  situarnos cerca de ella nos aparecerá la opción de saltarla, con lo cual  estos límites dejan de ser tales, ofreciendo un mundo mucho más  abierto. A este extremo contribuye también el hecho de que los mapas son  mucho más grandes en esta ocasión, y que además se nos permite incluso  nadar. El mundo de este título continúa estando dividido en parcelas que  están unidas por viajes rápidos –que en el universo Fable llevan varias  horas-, aunque éstas, como decimos, son esta vez mucho más grandes y  ricas en posibilidades.

El  modo cooperativo, desgraciadamente, todavía no está disponible. Habrá  que esperar al momento de su lanzamiento en forma de parche para saber  qué depara y actualizar la review.
El  juego está muy segmentado por los senderos vallados, y el camino hacia  la misión que tengamos marcada en el menú estará señalizado por una  marca dorada que deberemos seguir. El videojuego, sin embargo, nos  emplaza a explorar ofreciendo muchos incentivos a desviarnos del camino y  a superar ágilmente estas limitaciones de madea.
El  salto, por lo tanto, no está presente como tal, sino que está asociado  al botón A del pad, en una forma contextual junto con otras muchas  acciones. Algo parecido se puede deducir de la cruceta, que es nuestra  relación en acceso rápido con las acciones sociales. Éstas  también están disponibles en su totalidad a través del botón superior  derecho del pad en un cómodo menú radial, pero a través de la cruceta  tenemos un acceso todavía más rápido que se adapta de forma precisa a  las circunstancias que nos rodeen en cada momento, ofreciéndonos las  alternativas que necesitemos en esa situación.Así, por ejemplo, si estamos a solas con  nuestro perro todas las posibilidades sociales se limitarán a  relacionarnos con él, haciéndole gestos cariñosos para premiarle por  algo, castigándole cuando ha hecho algo mal o lanzándole una pelota para  jugar con él. Si, por otro lado, caminamos por una ciudad y alguien nos  piropea la cruceta cambia y oferta únicamente las respuestas rápidas  que podemos darle. El sistema es muy intuitivo, sencillo y ágil, y  facilita a la perfección toda la rama de expresiones en función de  nuestras necesidades. Si en un momento determinado no nos ofrece las que  necesitamos, abrimos el menú general de éstas y la seleccionamos desde  ahí.
Esto será de mucha ayuda en nuestras relaciones con el resto de personajes  del mundo de Albion. Cada acción que hagamos cambiará nuestra fama, que  será conocida por todos los habitantes del reino, y de hecho cada  acción que nos vean directamente llevar a cabo mejorará o empeorará  nuestra imagen para ellos. Si blandimos un arma por las calles de la  ciudad despertaremos el terror entre los presentes, mientras que si  dedicamos nuestros esfuerzos a ayudarles o a divertirles y entretenerles  les caeremos simpáticos, e incluso algunos de ellos llegarán a  enamorarse de nosotros.

Al  entrar en una ciudad podremos comprar títulos a determinados personajes  para ser conocidos de una u otra manera en las urbes de Albion. El de  Pateapollos repite de la primera entrega, y será uno de los primeros que  obtendremos, otros se pueden comprar.
Esto  será muy necesario pues ante un mercader temeroso o adorador de nuestra  figura obtendremos suculentos descuentos y, por si fuera poco, siempre  es interesante formar una familia. El ser el cabeza de familia  acarrea muchos gastos, pero el volver a casa y encontrar a nuestra  pareja –seamos hombre o mujer- y a nuestros hijos no tiene precio. Desde  luego nada nos impedirá ser un desalmado y tener una familia en cada  ciudad, pues cada una necesita de una casa y el juego nos permite  comprar la práctica totalidad de edificios que encontremos; pero, como  todo en Fable 2, atengámonos a las consecuencias pues un divorcio puede  ser muy caro.
Sin embargo por muy provechoso que sea en algunos sentidos tener una esposa o esposo e hijos, el perro  es nuestro principal acompañante durante toda la partida, y nos seguirá  a donde quiera que vayamos corriendo fielmente a nuestro lado. Nos  ayudará en los combates atacando a los enemigos que tumbemos, ladrará  cuando detecte algún tesoro, y también nos hará saber cuando olisquee  algún tipo de objeto de valor bajo tierra, lo que nos empujará a excavar  para dar con él siempre que lo deseemos. Deberemos además cuidarlo  cuando esté herido, mimarlo cuando tenga miedo y enseñarle nuevos trucos  y acciones que iremos descubriendo comprando libros para educarlo y  mejorar su rendimiento.

Las  misiones que se cumplen nos facilitan renombre y dinero. El primero  sirve para nuestras relaciones con otros ciudadanos, y el segundo para  comprar objetos, ropas y propiedades.
El Nacimiento de un Héroe 
Mucha curiosidad había alrededor de Fable 2 y su sistema de combate, según Peter Molyneux un acercamiento sencillo e intuitivo a la siempre imprescindible lucha en los títulos de rol.
Mucha curiosidad había alrededor de Fable 2 y su sistema de combate, según Peter Molyneux un acercamiento sencillo e intuitivo a la siempre imprescindible lucha en los títulos de rol.
En  efecto el funcionamiento es ligero y efectivo, aunque los aficionados  más hardcore del rol posiblemente lo encuentren algo escaso en cuanto a  posibilidades. La idea de Molyneux era la de dividir el combate en tres  vertientes puras: Cuerpo a cuerpo, a distancia y basado en el uso de la  magia, y a este efecto distribuye el mando empleando un solo botón para  cada una de ellas.
Pese a que esto  se nos pueda antojar excesivamente simple, lo cierto es que el  funcionamiento es muy adecuado, logrando una jugabilidad vibrante que  nos permite mezclar con habilidad los tres estilos de combate saltando de uno a otro en apenas una fracción de segundo.

Los  atuendos de Fable 2 se dividen en trajes completos, tocados, abrigos,  ropa para el torso, ropa para las piernas, ropa para las manos, calzado y  máscaras. Ser atractivo es importante en el mundo de Fable, y además de  la ropa habrá que cuidar la línea.
Obviamente  no todo es tan sencillo como pulsar un botón y combatir, y es que en  LionHead se han cuidado mucho de no caer en lo obvio, tratando de  llenarlo de posibilidades a pesar de ser pocos botones los que se  emplean. Iremos progresando en la aventura y desbloqueando nuevos movimientos,  por ejemplo, dejando apretado el botón de lucha con espada la  utilizaremos para bloquear los ataques rivales mientras que apretándolo  rápido golpeamos con ella. Se trata de un conjunto que enfatiza el ritmo  y la velocidad por encima de la complejidad de muchos botones, es una  nueva vía muy atractiva y ciertamente accesible.
El sistema en cuanto a controles  ya ha quedado claro, pero nos falta señalar que el procedimiento vuelve  a parecerse al de la primera entrega, teniendo que pulsar el gatillo  izquierdo para fijar a nuestros enemigos. Esto no es necesario, y todas  las peleas se pueden superar sin utilizarlo, sin embargo es muy útil  especialmente para los ataques con trabucos y ballestas, algunas de las  armas a distancia de las que dispondremos.Precisamente las armas se equipan en el  menú de Armas, y es tan sencillo como escoger cual queremos utilizar  para las dos vertientes. ¿En base a qué hacerlo? Cada arma dispone de  una serie de características como el tipo de daño, la cantidad de  energía que roban o la velocidad, no son demasiados parámetros  comparados con otros videojuegos del género, pero son más que  suficientes. Algunas de ellas podrán ser mejoradas con objetos con los  que decidamos engarzarlas, y que nos permitirán mejorar sus  estadísticas.
La magia, por  otra parte, escoge un camino totalmente diferente. En primer lugar  podremos equipar los diferentes hechizos con el gatillo derecho del pad,  eligiéndolos de entre la lista que hayamos adquirido. Entre ellas se  cuentan algunas más o menos tradicionales como las descargas de  electricidad, las bolas de fuego o el Empujón de Fuerza; mezcladas con  otras más atípicas como la posibilidad de detener el tiempo para  nuestros oponentes, invocar criaturas que luchen a nuestro lado o hacer  que los enemigos se peleen entre si.
¿Cómo  progresar en el manejo de las armas y dentro de las disciplinas  mágicas? Pues de una forma tan fluida como cualquier otro aspecto  jugable del videojuego. Al morir los enemigos dejan caer bolas de  colores que recogemos manteniendo pulsado el gatillo derecho y que  actúan a modo de experiencia. Si usamos la espada éstas serán  predominantemente verdes –destinadas la Fuerza-, si nos inclinamos por  las armas a distancia serán azules –para potenciar la Habilidad-,  mientras que si son muertes por magia serán rojas –Voluntad-.

La  bitácora será una excelente forma de comprobar qué tal lo estamos  haciendo. Aquí veremos nuestra alineación –maldad bondad, corrupción  pureza-, nuestra fama, nuestro atractivo y la experiencia del perro.  Nuestro físico también será un buen espejo en este sentido, pues  cambiará en consonancia.
Con  éstos puntos en esos aspectos sumados a los verdes destinados a la  Experiencia General, obtenemos nuestra experiencia real que es la que se  reparte precisamente entre las tres ramas de disciplinas que hemos  comentado. Así, en Fuerza trabajaremos nuestra cantidad de salud,  nuestra capacidad de hacer daño y nuevos estilos de golpeo como la  posibilidad de bloquear, etcétera. En Habilidad también estilos,  como el de rodar por ejemplo, a parte de mejoras para la puntería y la  velocidad de recarga entre otras. Mientras que es la Voluntad la  que está relacionada con la magia, y que nos permite explorar diferentes  hechizos como los que ya hemos mencionado anteriormente.

Un  detalle muy curioso de Fable 2 es que si cometemos algún crimen y somos  descubiertos una de las opciones, a parte de la de resistir el arresto,  será la de realizar Servicios Comunitarios trabajando para la ciudad.
Un Mundo Mágico 
Fable 2 sigue trabajando en lo visual en la línea de la primera entrega, creando un universo simpático, delicioso y memorable. La dirección artística es su mejor virtud, y es que a pesar de contar con un apartado técnico mejorable, ésta eleva sus gráficos hasta extremos sobresalientes.
Fable 2 sigue trabajando en lo visual en la línea de la primera entrega, creando un universo simpático, delicioso y memorable. La dirección artística es su mejor virtud, y es que a pesar de contar con un apartado técnico mejorable, ésta eleva sus gráficos hasta extremos sobresalientes.
El modelado de personajes, construcciones y escenarios es fantástico; destacando de sobremanera los ciudadanos de Albion  y el perro, nuestro fiel compañero. El uso de la luz es sensacional  aunque el bloom es excesivo, y su saturada gama de colores ayuda mucho a  sintonizar y tener un fuerte sentido de la pertenencia con este pequeño  mundo de cuento.
Tecnológicamente  estamos ante un producto francamente notable. Empezaremos por nuestras  relaciones con los personajes, que se hacen en base a las interacciones  que ya hemos mencionado anteriormente. Todos ellos tienen una memoria  por la que recuerdan nuestras acciones y las impresiones que tienen de  nosotros, y todo ello ayuda a componer un todo muy realista.
No  obstante no todo es perfecto pues también hay algunos puntos negativos.  Algunas animaciones son ligeramente robóticas, especialmente las del  perro en su encadenado de movimientos; y pese a que el videojuego se  mueve con extremada suavidad lo hace a costa de incluir multitud de tiempos de carga que separan los diferentes mapas, tan frecuentes como largos.

Si  nos cansamos de viajar a pie podemos hacerlo mediante los viajes  rápidos, una buena forma de llegar de un sitio a otro en un segundo. Eso  si, el tiempo de esta forma también corre, y habrá que tener cuidado  pues algunas misiones tienen fecha de caducidad.
El  popping es escaso pero está presente, y el clipping si que es un  problema algo más serio, especialmente en nuestra relación con el cánido  que nos atraviesa a menudo cuando corre a nuestro lado.
Donde hay muy pocas pegas es en el apartado de audio.  El score es simplemente impresionante. Una de las mejores bandas  sonoras que hemos oído en mucho tiempo, con los ingredientes precisos de  majestuosidad e intimismo que toda historia épica necesita.
El  doblaje al español goza de un buen nivel, aunque queda muy lejos de la  inmejorable versión original. Las voces en inglés de Fable 2 con ese  acento británico tan remarcado ayudan mucho más a crear la atmósfera de  cuento de hadas que el tono excesivamente teatrero que utilizan los  dobladores para nuestro idioma. Buenos profesionales -muchos de ellos  habituales de cine y televisión- para la localización al español y un  trabajo que denota medios, sin embargo los matices de su interpretación y  la dirección de actores se nos antojan detalles algo irregulares en  comparación a su versión original.
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